Adonde me llaman, voy, para concientizar

Adonde me llaman, voy, para concientizar

Testimonios: Karina Vallori 

Como todos los noviembres, el penúltimo mes del año pasado Karina Vallori se hizo una mamografía. Un año antes, los estudios que se había efectuado la periodista de Canal 12 no mostraron anomalías, pero en esta oportunidad le detectaron tres quistes en la mama izquierda, por lo que, tras unas vacaciones programadas, en enero le hicieron una biopsia, la cual derivó en el diagnóstico de cáncer.

El 4 de abril le hicieron una mastectomía, con la extirpación completa de la mama izquierda y la extracción de dos ganglios, uno de ellos, el centinela. Tras nuevos estudios, el equipo médico resolvió el vaciamiento axilar, intervención que se le realizará en noviembre, tras lo cual le efectuarán 20 sesiones de radioterapia.

Karina comenzó el tratamiento de quimioterapia también en abril. En total, serán 16 sesiones y para fines de septiembre ya se había hecho 11. En las cuatro primeras se le produjo la caída de cabello, incluidas cejas y pestañas. La periodista define ese momento como “el tercer shock”. El primero, fue el diagnóstico; el segundo, la mastectomía (“apagaba las luces de los espejos del baño”, cuenta) y el tercero, la calvicie.

Con el fin de prepararse para la caída del cabello, se fue cortando el pelo de a poco e hizo una cosa más: comenzó a contar lo que le sucedía a través de las redes sociales. Hizo un post con tips sobre qué hacer respecto de ese aspecto estético y tuvo nada menos que 39 mil reproducciones. “En ese momento, me di cuenta de la necesidad que había de contar, de acompañar a otras personas en esta situación, de comunicar y desmitificar. Es mi misión desde mi humilde lugar”, rememora.

Ese acto la ayudó emocionalmente, al igual que continuar con la actividad laboral hasta poco antes de su intervención quirúrgica. Sus jefes ya le habían preguntado en marzo si quería sacar carpeta médica, pero ella optó por continuar hasta el 1 de abril, a pocos días de la operación.

Pero el primero paso para cuidar su salud mental – cuenta- fue hacer psicoterapia. Y lo hizo –remarca– “desde el día 1”, con una psicooncóloga. La segunda medida fue sumarse a distintas fundaciones de apoyo, como Amazonas, Corazón de Mujer, Guapas y Vanesa Durán. Lo hizo en buena medida para prepararse desde el aspecto estético, pero también le sirvió para intercambiar experiencias. “Fui conociendo a todo un universo de personas que te ayudan a atravesar este proceso. Siempre digo que ‘todo lo holístico, sirve’”, manifiesta.

Uno de sus posteos en las redes sociales trascendió a los medios tradicionales de comunicación, por lo que le hicieron múltiples entrevistas.

Ante la consulta de si transmitir la experiencia contribuye a procesarla, reflexiona: “Es algo muy personal. Hay quienes prefieren pasarlo en soledad, no le dicen ni la familia. Hay quienes lo viven como una tragedia, sienten que se le acaba el mundo; y hay personas –que es lo que yo intento contagiar- que lo viven de otra forma, como una causa que pueden ayudar a otros, que les de pilas”. Tras esa descripción, aclara: “Tengo respeto por cada uno”.

Karina afirma que recibe muchos mensajes que personas que buscan animarla y de quienes hasta le hacen preguntas sobre aspectos médicos, a lo cual ella responde “tenés que consultarle a tu oncólogo”.

Advierte que falta información sobre los grupos de apoyo. “El tema del acompañamiento es importante. En mi caso, me ayudó. Además, adonde me llaman, voy. Ayer me convocaron de un shopping, por ejemplo. Yo asisto y les digo que se hagan los chequeos”, revela.

“Como soy comunicadora, me gusta dar información, por ejemplo, sobre dónde pueden ir quienes no tienen obra social, cómo sacar turno, cosas básicas, que no están en ningún lado. Eso quiero hacer: ser un puente”, continúa.

Desde que dio a conocer su diagnóstico, Karina recibe nuevas visitas, a las que recibe con preparaciones gastronómicas hechas por ella. “Antes no cocinaba, ahora estoy aprendiendo y les hago de comer. Obviamente, me encanta que me vengan a visitar. El cáncer te hace una transformación total, a nivel psíquico físico y espiritual, y los afectos son importantísimos”, remarca. Y añade: “El cariño de mis afectos, compañeros, espectadores, todo ayuda y todo sirve; ni hablar de mi familia y mis amigos. Tengo esa suerte, cuento con eso. Hay personas que no me conocen y me mandan mensajitos. Cosas así son formas de acompañamiento casi fundamentales”.

Asegura que ya ve frutos de su tarea de concientización. “Muchísima gente me dijo ‘me hice la mamografía por vos’. Una mamá me preguntó si podía hablar con su hija, a la que le habían diagnosticado cáncer, porque estaba en el momento de shock. Y el hecho de que le sirvieran mis palabras fue algo muy emocionante”, rememora. Y subraya: “Dije: ‘Pucha, con tan poco, con solo llamar a una persona’”. Otra mamá –afirma- le pidió que le grabara un video a su hijo, que también tiene cáncer, pero para que lo vea “cuando sea grande”. “Son cosas que te emocionan.

Muchos me piden consejos para empezar la quimio. Por eso hice un posteo de cómo es una quimio, para desmitificar”, informa.

Karina lamenta que todavía no está naturalizada la calvicie en la mujer, porque un tema que afecta el estado de ánimo es la mirada ajena cuando se pierde el pelo. “Parece una estupidez, pero a las mujeres es una de las cosas que más nos cuesta”, remarca.

La edición completa de la revista en PDF se puede descargar AQUÍ

Fotografías gentileza:
Nicolás Bravo – La Voz del Interior
Canal 12.

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