Detección precoz de la enfermedad de Alzheimer
Los procesos patológicos de la enfermedad de Alzheimer (EA), un trastorno neurodegenerativo devastador y una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo, no sólo se limitan al cerebro, sino que también se manifiestan en la retina neurosensorial.
Los signos distintivos de la EA son las placas cerebrales de proteína β-amiloide (Aβ) y los ovillos neurofibrilares (NFT) compuestos de (p)Tau hiperfosforilada, y se ha demostrado que preceden en décadas a la aparición de la demencia clínica.
La detección de la enfermedad durante las primeras fases, cuando el daño neuronal es limitado, debería permitir una intervención temprana y una mayor eficacia terapéutica. Con las limitaciones actuales en el diagnóstico precoz y el seguimiento clínico, la retina, una extensión del desarrollo del cerebro no protegida por el hueso, ofrece una accesibilidad sin precedentes para la visualización directa, asequible y no invasiva y su seguimiento.
El doctor Yosef Koronyo y colaboradores del Cedars-Sinai Medical Center en los Ángeles llevaron a cabo una extensa investigación histopatológica y bioquímica de tejidos post mórtem de retina y cerebro de 86 donantes humanos. El examen cuantitativo de retinas temporales superiores e inferiores de pacientes con deterioro cognitivo leve (DCL) y EA en comparación con aquellos con cognición normal (NC) reveló aumentos significativos en las formas de proteína β amiloide (Aβ42) y nuevos oligómeros Aβ intraneuronales (AβOi), que estaban estrechamente asociados con macrogliosis retiniana exacerbada, microgliosis y atrofia tisular.
Estas patologías se distribuyeron de forma desigual entre las capas retinianas y las áreas geométricas, siendo las capas internas y las subregiones periféricas las que mostraron acumulaciones más pronunciadas en las retinas MCI y AD frente a NC. Todos los biomarcadores retinianos se correlacionaron con las puntuaciones cognitivas, siendo el Aβ42 retiniano, el AβOi periférico lejano y la microgliosis los que mostraron las correlaciones más fuertes.
El análisis proteómico de las retinas AD reveló la activación de procesosinflamatorios y neurodegenerativos específicos y la inhibición de la fosforilación oxidativa/mitocondrial, y las vías que se relacionan con losfotorreceptores. Este estudio identifica y mapea la retinopatía en pacientes con DCL y EA, demostrando la relación cuantitativa con la patología cerebral y la cognición, y puede conducir a biomarcadores retinianos fiables para el cribado retiniano no invasivo y la monitorización de la EA.
Fuente: Revista Acta Neuropathol 145, 409–438 (febrero 2023)
Nota publicada en la Ed. 157 de la revista Ethica Digital, sección Novedades Científicas.
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