El cambio climático y su impacto en la salud

El cambio climático y su impacto en la salud

Conferencia con especialistas nacionales e internacionales.

El Consejo de Médicos fue sede de un debate de alto nivel en que se analizó desde distintos puntos de vida, el impacto del cambio climático en la salud.

Es urgente la necesidad de preparar a los médicos y médicas para que atiendan, sensibilicen y ayuden a prevenir las consecuencias en la salud de los cambios que se están produciendo en el clima. Esa fue una de las conclusiones a las que se arribó este lunes en la Conferencia Internacional sobre las significancias del calor extremo y la emergencia climática planetaria y local para la práctica médica, la salud comunitaria, el sistema de salud y las políticas sanitarias.

En el encuentro participaron el Dr. Carlos Ferreyra, de la Alianza Clima, Vida y Salud Internacional; el Dr. Rubén Manzi, vicepresidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados de la Nación; el secretario de Salud de la Municipalidad de Córdoba, Dr. Ariel Aleksandroff; la Dra. María Rosa Marcilla (Alianza Clima, Vida y Salud); Dr. Juan Rodríguez Sendín, expresidente de la Organización Médica Colegial de España; Dr. José Ramón Huerta, presidente de la Organización Médica Colegial de Soria (España); Ricardo Luna, de la Mesa ciudadana para la acción climática barrial ante el calor extremo (barrios Alberdi, Alto Alberdi, Villa Páez y Marechal),  y Eduardo Rovira, de la Confederación de Organizaciones de Adultos Mayores de España (CEOMA).

La Directora de Clima y Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Dra. María Neira, envió un mensaje en el que declaró: “Efectivamente, tenemos mucho que hacer, pero también mucho que ganar para la salud mundial si conseguimos luchar contra las causas del cambio climático”.  Destacó, asimismo, que la próxima Cumbre Climática de Naciones Unidas (COP) será la primera que tenga un día dedicado a la salud. Recalcó que los negociadores de los distintos países deben escuchar cómo el cambio climático tiene impacto sanitario y no limitarse a la puja por la disminución de los gases de efecto invernadero.

La experta apuntó que, actualmente, hay en el mundo, más de siete millones de muertes anuales por efectos del cambio climático y advirtió sobre la importancia de que los hospitales y centros de atención en general se adapten para la atención, además de contribuir en la reducción de la huella de carbono con el acceso a fuentes de energía limpias y renovables, como los paneles solares.

“Los invito a entender que, como responsables de salud, tenemos que liderar la transición hacia la energía limpia”, enfatizó.

El presidente del Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba, Héctor R. Oviedo, aseguró que para la entidad profesional se trata de un tema prioritario. “La ciencia y, especialmente, la ciencia médica ha demostrado que el calentamiento global a través del calor extremo viene produciendo en ámbitos urbanos una afectación de la salud, tanto en términos de morbilidad, como de mortalidad. Y estos efectos se van a producir más en las poblaciones vulnerables, como las personas de mayor edad, los niños, las embarazadas, las personas con discapacidad o los electrodependientes”, declaró. Y agregó: “Es nuestro deber estar preparados. El calor extremo nos enfrentará, como médicos, a nuevos desafíos y debemos estar preparados y empoderados para afrontar esta situación”.  Añadió que la acción incluye tanto la actividad profesional en consultorios, como en la asunción del rol de motor para generar cambios en la sociedad.

Carlos Ferreyra, por su parte, insistió en la importancia de que los médicos asuman un papel de activismo profesional frente a la realidad del cambio climático y a la necesidad de respuestas de la población, sobre todo de los que más sufren, porque no hay información sobre el impacto del calor extremo.

Ferreyra señaló que, por su posición geográfica -rodeada por dos mares sobrecalentados- y por la Corriente del Niño, Argentina sufrirá un fuerte impacto. “La medicina debe actuar de inmediato”, subrayó y aseveró que la actuación debe aportar una perspectiva que contribuya a controlar los efectos.

Asimismo, lamentó que nuestro país no tenga “los datos apropiados” para medir el efecto del calor extremo.

Argentina tiene una ley de presupuestos mínimos frente al cambio climático que permite que todo siga como esté. Y, si sigue como está, el calor seguirá avanzando. En el medio, como en la pandemia, vamos a estar los médicos, que tenemos que fortalecernos”, continuó. Consideró que la falta de acción está asociada a intereses en torno, por ejemplo, a la producción de combustibles fósiles. Además, dijo, que “hay una tendencia muy fuerte de negacionismo, que dice que el cambio climático no existe”. “Los médicos, que somos hombres de ciencia, tenemos que defender el valor de la ciencia, quien niega a la ciencia está impidiendo el avance”, concluyó.

A continuación, Ariel Aleksandroff describió los pasos dados por la Municipalidad de Córdoba para ayudar a controlar los efectos del cambio climático y el calor extremo y señaló que hay un plan de metas que está alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de 2030 establecidos en 2015 por la Asamblea General de Naciones Unidas.

“El cambio climático es una de las mayores amenazas del siglo 21 en la salud. Festejo que en el Consejo de Médicos estemos tratando este tema”, subrayó el secretario de Salud.

El funcionario destacó que la ciudad de Córdoba organizó dos cumbres de economía circular y creó el Instituto de Protección Ambiental y Animal, en cuyo marco -aseguró- se han generado políticas que no sólo tienen que ver con “la vieja visión de enfrentar la enfermedad”. “Estamos trabajando transversalmente en las distintas direcciones, con acciones encaradas desde la prevención y promoción de la salud”, recalcó. Y citó, por caso, el récord de árboles plantados: 100 mil, contra los 80 mil de la gestión de Rubén Martí, que fue la administración anterior que más había plantado.

Recordó, asimismo, que se sumaron 70 mil vecinos a la red de agua potable y que, en 2019, había 100 mil vecinos que no accedían a este suministro.

También señaló como actividades en pos del ambiente la creación de las denominadas “supermanzanas”, el diseño de nuevas plazas, la recuperación del Río Suquía y el aprovechamiento del 30% de los residuos generados en la ciudad en la economía circular (“son dos estadios Kempes”, graficó).

Apuntó también la extensión de las ciclovías, los programas de boleto gratuito para distintos pasajeros con el fin de incentivar la movilización por medios de transporte colectivos, las políticas de “despapelización” y la distribución estratégica de 11 puntos para medir la temperatura. Otra de las medidas que marcó como contribución al ambiente es la Historia Clínica Electrónica, que -argumentó- reemplazó a los registros en papel y además permite determinar las prioridades para tomar decisiones políticas en materia sanitaria.

Aleksandroff informó que la Municipalidad instruyó a los equipos de los centros de atención primaria y de los hospitales de la comuna para desarrollar los procedimientos que permitan diagnosticar afecciones asociadas con el calor y que -enfatizó- “permitirán medir el impacto de la ola de calor en la ciudad”, además de adoptar medidas que eviten permanecer en lugares con calor extremo, por ejemplo, a través de la asignación de turnos para que los vecinos no tengan que hacer colas para ingresar a los establecimientos sanitarios.

El Dr. Rubén Manzi señaló que actualmente hay un solo proyecto sobre salud y cambio climático en la Cámara de Diputados y que es de su autoría. Aborda -dijo- la necesidad de educar y de reaprender las formas de abordar los efectos del cambio climático y sobre cómo se debe adaptar para ello el sistema de salud.  Una de las acciones que contempla es el desarrollo de un programa de alertas tempranas en las áreas geográficas críticas. “Muchas áreas están en zonas rurales o semirurales, por lo que no solo se deben adecuar hospitales, sino también pequeños dispensarios y equipos de salud y esto significa fortalecer la atención primaria”, ilustró.

Sin embargo -aclaró- la iniciativa no fue tratada en la Comisión de Salud todavía, pese a que fue ingresada el año pasado.

“Uno de los aspectos de la ley tiene que ver con la formación, con resetearnos nosotros como equipo de salud para prepararnos como corresponde, en el siglo 21, para este gran desafío de la humanidad”, describió. Y dio a conocer que este proyecto incluye un marco legal para la adaptación de centros de salud con el fin de que “dejen de ser grandes aportadores de la huella de carbono”. “Los gobiernos y autoridades de salud deberán impulsar una inversión para disminuir el aporte negativo que es aumentar la huella de carbono”, sumó.

Finalmente, opinó que el Consejo Federal de Salud “es un buen ámbito para alianzas entre el Estado nacional y los estados provinciales para tomar medidas concretas para adaptar el sistema de salud al cambio climático y prepararlo, no sólo desde el punto de vista de la estructura, sino también de los agentes que son parte”.

A su turno, el Dr. Ricardo Luna alertó: “En el verano que se avecina lo vamos a pasar bastante mal” y destacó que se precisa del compromiso colectivo, tanto de las autoridades como de los vecinos para las acciones diseñadas por iniciativas comunitarias.

José Ramón Huerta advirtió sobre que el calor es un determinante que tiene incidencia en todas las enfermedades y que es un factor de discriminación hacia los grupos en situación de vulnerabilidad, como los niños, los adultos mayores, las embarazadas, las personas con discapacidad, quienes tienen enfermedades crónicas y quienes carecen de hogar.

“En realidad, no conocemos muy bien la dimensión del problema”, aclaró y explicó que las cifras y datos existentes son “la punta del iceberg”, porque, además, hay muchas personas que sufren los efectos del calor extremo que no hacen consulta hospitalaria.

Huerta lamentó que en las anteriores COP no se tomaran en cuenta las consecuencias para la salud, incluidos los accidentes por fenómenos extremos.

Destacó, asimismo, que esta crisis también afecta la productividad y el mercado laboral, además de tener efectos en la alimentación y el turismo. “En conclusión, es un determinante social de la salud de primera magnitud, además de estar implicado en muchas dimensiones y cambios”, remarcó.

Asimismo, Huerta señaló que la ética y el profesionalismo de los médicos también se demuestran informando, formando, sensibilizando, concientizando y actuando.

El español Juan Rodríguez Sendín cuestionó: “Hacía mucho tiempo que sabíamos lo que iba a ocurrir”. Pero contar la realidad no soluciona problemas, no estamos haciendo normas, no estamos cambiando los comportamientos”, planteó. Y ejemplificó: “El nivel de concienciación de la población española es bajo, además de que hay grandes intereses económicos, pero lo triste es que nuestros médicos tampoco tienen la formación adecuada para sensibilizar a la población”. “Tampoco formación de grado ni especializada -continuó-. No hemos incorporado deberes ni normas de conducta en lo relativo al cambio climático. ¿Qué obligaciones éticas corresponderían?”, se preguntó. “Debemos fomentar investigaciones para saber qué tenemos que hacer y sobre lo que todos debemos estar comprometidos. Hay una falta extrema de concienciación”, concluyó.

Finalmente, Eduardo Rodríguez Rovira aclaró que los directivos de las organizaciones de personas mayores están muy concientizadas con la situación de emergencia y especialmente con la emergencia climática.

“Para defender la salud, las personas mayores debemos participar en esta crisis, no debemos ser pasivos. Debemos decir a los gobiernos y a la sociedad que adopten los medios necesarios impulsados por la Cumbre de París de 2015”, manifestó. Finalmente, precisó que deben implementarse sistemas de alerta temprana y protocolos de respuesta rápida para apoyar a las personas que están en situación de vulnerabilidad y utilizar locales adaptados a las circunstancias climáticas extremas para que puedan ser utilizados por ese segmento poblacional, además de desplegar los medios logísticos para su movilización.

Nota publicada en la Revista Ethica Digital Ed. 164 sección De Interés Médico.

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