El Sarampión, una amenaza nacional y mundial
Actualidad de la Campaña La Vacuna Salva Vidas
En la editorial de nuestra revista, en su edición de febrero del 2020, se afirmaba: “Nuestro país y el mundo se enfrentan, con preocupación, contra tres riesgos que transitan entre enfermedades nuevas y enfermedades re-emergentes y que exigen respuestas que no son solo sanitarias –la principal- sino también sociales, económicas, culturales y que exigen acciones mancomunadas entre Estados y Sociedades”. Y añadía: “El Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba ha seguido y sigue de cerca cada una de estas enfermedades, en su justa dimensión. El Dengue y el Sarampión son nuestros enemigos cercanos”. La preocupación surgía porque se trataba del retorno de enfermedades que en muchas naciones se habían logrado superar. En el caso del sarampión, todos sabemos desde la ciencia, que la vacunación es la única forma de prevenirlo. El Consejo advertía que estábamos frente a un retroceso, que había debilitado la convicción de que las vacunas salvan vidas. El gran logro de su erradicación se fundaba en la vigencia de un Calendario Obligatorio y Gratuito de Vacunación, que incluía otras enfermedades. El editorial señalaba sin tapujos que ese retorno se producía por falta de controles estatales. Pero también, por la desidia de los mayores y la irresponsabilidad de los padres y madres que se pliegan a campañas, sin fundamento científico alguno, objetando la vacunación y que como nuevo hecho cultural pregona una forma de pensamiento mágico, que influye lamentablemente en la disminución de su aplicación. A tres años de esas afirmaciones y preocupaciones, el sarampión sigue creciendo como amenaza en el país y en el mundo. Hoy volvemos a decir Las Vacunas Salvan Vidas. ETHICA DIGITAL ofrece hoy los datos del crecimiento del sarampión en el mundo, como un aporte a la toma de conciencia de la situación: los casos aumentaron un 18 % y las muertes aumentaron un 43 por ciento. La fuente es CDC Global.
El riesgo mundial
Tras años de descensos en la cobertura de vacunación contra el sarampión, los casos conocidos en 2022 aumentaron un 18% y las muertes aumentaron un 43% a nivel mundial (en comparación con 2021). Esto eleva el número estimado de casos de sarampión a 9 millones y de muertes a 136.000, principalmente entre niños, según un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
El sarampión sigue planteando una amenaza cada vez mayor para los niños. En 2022, 37 países experimentaron brotes grandes o perturbadores en comparación con 22 países en 2021. De los países que experimentaron brotes, 28 estaban en la Región de África de la OMS, seis en el Mediterráneo Oriental, dos en el Sudeste Asiático y uno en la Región de Europa.
“El aumento de los brotes de sarampión y las muertes es asombroso, pero desafortunadamente no es inesperado dada la disminución de las tasas de vacunación que hemos visto en los últimos años”, dijo John Vertefeuille, director de la División de Inmunización Global de los CDC. “Los casos de sarampión en cualquier lugar representan un riesgo para todos los países y comunidades donde las personas no están vacunadas lo suficiente. Es fundamental realizar esfuerzos urgentes y específicos para prevenir la enfermedad y las muertes por sarampión”.
Si bien en 2022 se produjo un modesto aumento en la cobertura de vacunación mundial con respecto a 2021, todavía había 33 millones de niños que omitieron una dosis de la vacuna contra el sarampión: casi 22 millones omitieron su primera dosis y otros 11 millones omitieron su segunda dosis. La tasa mundial de cobertura de vacunación de la primera dosis, del 83%, y de la segunda dosis, del 74%, todavía estaba muy por debajo del 95% de cobertura con las dos dosis necesarias para proteger a las comunidades de los brotes.
Los países de bajos ingresos, donde el riesgo de muerte por sarampión es mayor, siguen teniendo las tasas de vacunación más bajas, con sólo el 66%; una tasa que no muestra ninguna recuperación del retroceso durante la pandemia. De los 22 millones de niños que omitieron su primera dosis de la vacuna contra el sarampión en 2022, más de la mitad vive en solo 10 países: Angola, Brasil, República Democrática del Congo, Etiopía, India, Indonesia, Madagascar, Nigeria, Pakistán y Filipinas.
“La falta de recuperación de la cobertura de la vacuna contra el sarampión en los países de bajos ingresos después de la pandemia es una señal de alarma para actuar. Al sarampión se le llama el virus de la inequidad por una buena razón. Es la enfermedad que encontrará y atacará a aquellos que no están protegidos”, dijo Kate O’Brien, Directora de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos de la OMS. “Los niños de todo el mundo tienen derecho a estar protegidos por la vacuna contra el sarampión, que salva vidas, sin importar dónde vivan“ .
Los CDC y la OMS instan a los países a encontrar y vacunar a todos los niños contra el sarampión y otras enfermedades prevenibles con vacunas y alientan a las partes interesadas globales a ayudar a los países a vacunar a sus comunidades más vulnerables. Además, para ayudar a prevenir brotes, todos los socios sanitarios mundiales a nivel global, regional, nacional y local deben invertir en sistemas de vigilancia sólidos y capacidad de respuesta a brotes para detectar y responder rápidamente a los brotes.
Los CDC y la OMS son miembros fundadores de la Measles & Rubella Partnership (M&RP), una iniciativa global para detener el sarampión y la rubéola. Bajo el paraguas de la Agenda de Inmunización 2030 y guiado por el Marco Estratégico contra el Sarampión y la Rubéola 2030, la misión de M&RP incluye abordar la disminución de la cobertura nacional de vacunación, acelerar la recuperación de la pandemia de COVID-19 y acelerar el progreso hacia la creación de un mundo libre de sarampión y rubéola. La asociación también incluye a la Cruz Roja Americana, Fundación Bill y Melinda Gates, Gavi, la Alianza para las Vacunas, Fundación de las Naciones Unidas y UNICEF.
Nuestra campaña
Durante el año 2019 y principios de 2020, el Consejo lanzó una fuerte campaña, con el lema –como hemos recordado- “Las vacunas salvan vidas”. La definición de Junta Directiva era clara y situada en el momento: “Ante el crecimiento de los grupos que se oponen al sistema de vacunación, el Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba se pone al frente de una campaña que iniciamos en defensa de su obligatoriedad regida por la Ley Nacional 22.909, despertando conciencia social y reclamando una legislación complementaria que asegure su cumplimiento”.
La institución era plenamente consciente que como informaban estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las campañas de vacunación evitan entre dos y tres millones de muertes por año en el mundo, y son reconocidas internacionalmente, desde la ciencia, como una de las intervenciones de salud con mayor eficacia y mejores resultados.
La idea de llevar adelante esta campaña nace, entonces, de la necesidad de dar respuesta a una amenaza que no comienza en el 2019, pero que se incrementa en aquel año donde todavía no teníamos una pandemia mundial. Los grupos antivacunas -hoy mucho más conocidos que hace dos años cuando se iniciaba esta campaña- representan una tendencia irracional que niega la ciencia y se alza contra uno de los logros más importantes de la medicina: los beneficios de la vacunación en el desafío permanente de salvar vidas.
Dejar de vacunar a sus hijos es una irresponsabilidad que pone en riesgo su salud y una maldad, porque afecta la salud de una sociedad”, denunciaban desde el CMPC cuando se lanzó la campaña. Sin medias tintas, el Consejo tomaba posición sabiendo que “la política de vacunación en nuestro país ha sido, con distintas intensidades, una práctica de avanzada a partir de su obligatoriedad y de la incorporación permanente de nuevas aplicaciones, cuyos beneficios forman parte de la historia de la salud, como un hecho trascendente”.
“Estamos ante una amenaza a la salud pública”, rezaba la convocatoria: “El Consejo de Médicos se pone al frente e invita a las autoridades sanitarias en sus distintos niveles, a las instituciones médicas, a las organizaciones sociales y muy especialmente a los medios de comunicación, a sumarse para iniciar: una campaña amplia de difusión de los beneficios de la vacunación, a través de todos los medios posibles.