¿Hay un nuevo fármaco para el Alzheimer?

¿Hay un nuevo fármaco para el Alzheimer?

El 3 de mayo, la empresa farmacéutica Eli Lilly anunció que su anticuerpo monoclonal donanemab ralentizaba el deterioro mental en un 35% para algunos participantes en un ensayo con 1.732 personas, una tasa comparable a la del fármaco competidor lecanemab elaborado por la biotecnológica japonesa Eisai, con sede en Tokio, y la estadounidense Biogen, que ya está aprobado por la FDA. Sin embargo, los investigadores advierten de que, hasta que no se publiquen los resultados completos, persisten las dudas sobre la utilidad clínica del fármaco, así como sobre si los modestos beneficios compensan el riesgo de efectos secundarios nocivos.

Al igual que el lecanemab, el donanemab se dirige contra la proteína amiloide, que se cree que causa demencia al acumularse en el cerebro y dañar las neuronas. Los resultados del ensayo demuestran que el amiloide es un factor clave en la enfermedad de Alzheimer. Los resultados que se describen son extremadamente significativos e impresionantes, pero clínicamente su importancia es dudosa, el modesto efecto sugiere que otros factores, además del amiloide, contribuyen a la progresión de la enfermedad de Alzheimer.

En el comunicado de prensa, Lilly afirma que las personas con enfermedad de Alzheimer leve que recibieron donanemab mostraron un 35% menos de deterioro clínico a lo largo
de 18 meses en comparación con las que recibieron placebo, y un 40% menos de deterioro en su capacidad para realizar tareas cotidianas. La empresa tiene previsto solicitar la aprobación de la FDA estadounidense en los próximos dos meses.

La aprobación de la FDA convertiría al donanemab en el tercer nuevo tratamiento contra el Alzheimer en dos años. En enero, la agencia concedió la aprobación acelerada al lecanemab, fabricado por Biogen en Cambridge (Massachusetts) y Eisai en Tokio. Un estudio publicado en noviembre demostró que el lecanemab ralentizó el deterioro cognitivo de 1.800 pacientes en un 27% a lo largo de 18 meses. La FDA había
aprobado anteriormente el aducanumab, también fabricado por Biogen y Eisai, basándose en pruebas de que podía reducir las placas amiloides en el cerebro, aunque aún no está claro si esto conlleva un beneficio clínico significativo para las personas con la enfermedad. Al igual que el lecanemab, el donanemab conlleva un alto riesgo de efectos secundarios, en particular pueden provocar convulsiones y hemorragias cerebrales. Los investigadores creen que, al atacar las placas amiloides, los anticuerpos debilitan inadvertidamente los vasos sanguíneos del cerebro, y los efectos son especialmente pronunciados entre las personas que toman fármacos anticoagulantes. Según el comunicado de prensa de Lilly, las tasas de estos efectos adversos fueron varias veces superiores en las personas que recibieron donanemab en comparación con las que recibieron placebos, y tres pacientes del ensayo fallecieron tras experimentar esta afección.

Fuente: Revista Nature (4 de mayo de 2023)

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