CARTA ABIERTA AL GOBERNADOR DE LA PROVINCIA

A LOS MÉDICOS Y A LA POBLACION

Nos ha llamado la atención, causando asombro y desconcierto, sus declaraciones públicas usando términos como cartelización, chantaje y extorsión para referirse a nuestros colegas médicos anestesiólogos de la Provincia de Córdoba.

Afirmaciones que desprestigian la actividad médica colocándola en el lugar de la criminalización.

No dejan de sorprendernos tales calificaciones por parte de alguien que tiene la máxima responsabilidad institucional de la Provincia y como tal, debe ser la voz que exprese consensos y rumbos comunes.

Seguramente el conflicto que mantiene el APROSS con los MÉDICOS ANESTESIÓLOGOS lo preocupa y le aflige. Sentimientos que compartimos.

Nos inquieta, que el ejercicio profesional médico sea ejercido bajo orden judicial. No se pueden afectar o cercenar derechos constitucionales de profesionales médicos so pretexto de fortalecer el sistema de salud.

Pero, a los conflictos hay que resolverlos no potenciarlos, los ciudadanos de Córdoba, en particular nuestros pacientes, esperan ansiosos que se normalicen la prestaciones anestesiológicas, pero esperan también, de sus gobernantes que el actuar con firmeza no pierda de vista la ponderación, la prudencia y el equilibrio.

Sr. Gobernador, los médicos se forman todos los días, para salvar vidas, no para delinquir.

El Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba no puede guardar silencio ante sus afirmaciones, que seguramente, serán producto de una jornada con una agenda cargada y compleja, más que el fruto de una serena reflexión.

Para establecer un eficaz resguardo de la actividad médica, velando por el mejoramiento de sus miembros, asegurando el decoro e independencia de la profesión, nuestra institución está dispuesta a ayudar y mediar en lo que resulte necesario para superar diferencias (art. 3 Ley Provincial 4853 – t.o. dec. 6396). La Entidad no quiere ser excluida de la mesa de las decisiones en salud.

Córdoba y su población, se merecen el mayor de nuestros esfuerzos para encontrar soluciones y caminos superadores, para lo cual el diálogo y la tolerancia resultan indispensables.