Ceramidas de plasma

Esta prueba mide los niveles de ceramidas en la sangre. Las ceramidas son producidas por todas las células y desempeñan un papel importante en el crecimiento, en el funcionamiento y, en última instancia, en la muerte de muchos tipos de tejidos. Las ceramidas son transportadas en la sangre por las lipoproteínas y están asociadas con la ateroesclerosis.

Tres ceramidas específicas se han relacionado con la acumulación de placa en las arterias y la resistencia a la insulina, lo que puede conducir a la diabetes tipo 2. Los altos niveles de estas ceramidas en la sangre son un signo de un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares en un plazo de uno a cinco años.

Se puede considerar a las ceramidas como biomarcadores potencialmente valiosos para calibrar el riesgo de cardiopatía de un paciente. Los factores tradicionales para evaluar este riesgo incluyen la edad, el sexo, si el paciente fuma o padece diabetes, y mediciones de laboratorio de lípidos como el colesterol LDL. Sin embargo, estos indicadores no señalan a todos los que están en peligro. De hecho, alrededor del 15% de las personas que sufren infartos no presentan ningún factor de riesgo estándar.

Las ceramidas pueden llenar ese vacío, ya que éstas en sangre predicen con exactitud si estas personas morirían de infarto. Por ejemplo, la abundancia de una variedad de ceramida con una cola de 16 carbonos era un 17% mayor en los pacientes que fallecían que en los individuos que sobrevivían. Por el contrario, el colesterol LDL no proporcionó ninguna pista, era más alto en las personas que no sufrieron infartos, informaron los científicos. Los estudios realizados en más de 100.000 personas confirman el poder predictivo de las pruebas de ceramida. Es muy justo decir que la prueba de la ceramida es el mejor marcador de riesgo basado en lípidos para los eventos cardiovasculares.

Nadie espera que las pruebas de ceramidas usurpen el panel lipídico estándar. La prueba de la ceramida es más compleja de realizar porque requiere espectrometría de masas, que no está disponible en la mayoría de los laboratorios clínicos. También es unas 10 veces más caro, ya que cuesta unos 100 dólares en la Clínica Mayo de los Estados Unidos. Por otra parte, queda por ver cuántos cardiólogos en ejercicio optarán por estas pruebas incluso cuando estas sean más fáciles de solicitar.

Fuente: Revista Science, artículo del 17 de marzo de 2023.

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