¿Qué pasa con nuestros honorarios?

¿Qué pasa con nuestros honorarios?

Opinión de la Dra. Mónica Sanabria. Presidenta del Colegio Médico Regional de Río Cuarto.

No hay duda que estamos atravesando una profunda crisis en el sector de la salud, la peor de ellas. Esta situación no es actual, lleva años de una falta de acciones y decisiones por parte de los actores competentes, que provean una adecuación del modelo de salud a la realidad.

El contexto es multicausal, pudiendo destacar, entre ellas, algunas de las siguientes:

  1. La marcada diferencia entre el aumento real de costos prestacionales (inflación/paritarias) y los aumentos arancelarios mandatorios que rigen por SSS. Diferencia que estamos amortiguando unilateralmente las Instituciones y los profesionales individuales (en ese rol no colaboran las OOSS, las prepagas ni el usuario, que son los justificados financiadores).

 

  1. La emergencia relacionada a los insumos descartables, dado que un porcentaje importante han duplicado su costo, los proveedores argumentan que, para ingresarlos al país, el precio que pagan dejó de estar fijado en valores del dólar oficial y pasó al dólar MEP; por supuesto que también debemos sumar a la escasez de algunos de ellos, lo cual disparan su precio por la famosa ley de oferta/demanda.

 

  1. La reciente devaluación de la moneda nacional de un 25%.

 

  1. La pérdida de homogeneidad de precios respecto a segmentos del mercado de las prepagas e incluso de Obras Sociales sindicales.

 

  1. Los plazos de pagos de las financiadoras de salud establecidos para las prestaciones médicas han quedado totalmente desactualizados, siendo los mismos períodos que, en algunos casos superan los 30 y 40 días.

Es nuestra obligación, ante nuestros principales destinatarios, el profesional médico afiliado a nuestra institución, reconocer el problema, alertar, actuar y ser agentes activos en la generación de cambios urgentes, profundos, concretos y reales que mejoren y beneficien a toda nuestra comunidad, dignifiquen el honorario del acto médico, garanticen la calidad prestacional y la sobrevivencia de las instituciones médicas que se ven seriamente comprometidas y evitar el colapso del sistema sanitario.

Nota publicada en la Revisa Ethica Digital Ed. 162

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