La OPS advierte sobre un brote de fiebre amarilla en el continente

La OPS advierte sobre un brote de fiebre amarilla en el continente

El martes 14 de octubre, el Gobierno nacional informó que reforzaba la vigilancia y la prevención  frente al brote de fiebre amarilla en la región de las Américas, advertencia realizada por la  Organización Panamericana de la Salud a comienzos de año. Como sabemos, esta enfermedad tiene una alta mortalidad, de alrededor del 50%.

Se señaló que el país mantiene una situación epidemiológica estable y sin circulación del virus desde 2009 y que en las próximas semanas se enviarán 44.600 dosis a las zonas de riesgo para fortalecer la prevención, la vigilancia y la preparación del sistema de salud.

Sin embargo, en agosto, el Ministerio de Salud de la Nación resolvió dejar de aplicar gratuitamente la vacuna contra la fiebre amarilla en zonas no endémicas, con el siguiente argumento: “La salud pública debe proteger a quienes más lo necesitan, no ser un subsidio a quienes viajan al exterior”.

“Quienes viajen al exterior por turismo podrán vacunarse en los centros privados habilitados pagando por la misma. Esta medida busca garantizar un uso responsable y eficiente de los recursos públicos, priorizando las necesidades sanitarias reales de la población argentina”, dio a conocer la cartera sanitaria a través de un comunicado. Y agregó: “Los recursos existen y se están orientando hacia una mejor atención a los pacientes, la mejora de las instalaciones y una remuneración más justa para el personal de salud”.

Alerta

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) reportó un aumento de la actividad viral de fiebre amarilla durante 2025, con brotes registrados principalmente en Brasil y Colombia, y casos aislados en Bolivia, detalló el propio Ministerio de Salud de la Nación en su comunicado de octubre. “En Brasil se notificaron epizootias, es decir el brote de esta enfermedad en animales, en los estados de Minas Gerais y San Pablo, mientras que en Bolivia se registró un caso humano en el departamento de Tarija, cercano a la frontera con Argentina”, amplió.

De todas formas, aclaró que nuestro país no presenta epizootias confirmadas ni casos humanos. “Ante este escenario el país ha reforzado la vigilancia activa de primates y mosquitos en coordinación con los servicios provinciales y los laboratorios de la Red Nacional de Diagnóstico que cuentan con capacidad para la detección molecular de fiebre amarilla y el seguimiento de eventos adversos asociados a la vacunación”, apuntó. “En lo que va del año se han estudiado 142 casos sospechosos en humanos y 5 epizootias cuyos resultados fueron negativos”, añadió.

Finalmente, el Ministerio anunció que prevé enviar 44.600 nuevas dosis a las zonas con riesgo de circulación viral que incluyen a las provincias de Formosa, Misiones, Corrientes y departamentos específicos de Jujuy, Salta y Chaco. “Este nuevo envío se suma a las 425.100 vacunas distribuidas por el Gobierno nacional durante 2025 y su objetivo es fortalecer la estrategia de inmunización que, en estas zonas, forma parte del Calendario Nacional de Vacunación y que contempla la aplicación de una dosis a los 18 meses y un refuerzo a los 11 años”, destacó.

Adrián Díaz, investigador del Instituto de Virología de la Universidad Nacional de Córdoba en la Facultad de Ciencias Médicas, explicó a través de un audio difundido por UNCIENCIA que el virus de la fiebre amarilla está muy relacionado con el virus del dengue “tanto por una historia evolutiva como también por el mismo modo de transmisión. También es un virus transmitido por mosquitos”.

“En la actualidad, la fiebre amarilla se distribuye en dos continentes: el continente africano, donde temporariamente y esporádicamente se presentan algunos brotes urbanos, y en nuestro continente, en América del Sur, presenta casi todos los años actividad en ambientes selváticos, del sistema amazónico, en los países de Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia y, principalmente, Brasil”, describe Díaz. “Argentina no presenta actividad endémica de este virus, ni siquiera en ambientes silvestres como tampoco en ambientes urbanos”, completó.

Sobre la vacuna existente consideró que es “muy eficiente”. “Está desarrollada por el descubrimiento de una cepa atenuada”, continuó. Y prosiguió: “Gracias a esta vacunación, la fiebre amarilla ya no es un problema global y sólo representa un problema ocasionalmente en América del Sur y en algunos pueblos del continente africano”.

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